Ni el apagón eléctrico generalizado que dejó sin suministro a España, Portugal, el sur de Francia y otros países europeos como Alemania, pudo apagar las ganas de celebración en Carbajosa.
Este lunes, como manda la tradición, el Lunes de Aguas volvió a llenar de vida el Prado de la Vega, donde numerosos vecinos y familias se reunieron para disfrutar del hornazo, del buen tiempo y del mejor ambiente al aire libre.
Aunque el mediodía llegó con cierta incertidumbre por la falta de electricidad, el espíritu de la fiesta pudo más. Mantas extendidas en el césped, neveras portátiles, hornazos y partidas improvisadas dieron forma a una jornada que, una vez más, se vivió en clave de reencuentro, música y buena compañía.
Sin embargo, la otra gran apuesta para esta edición, la Fuente de Valdehigal, no logró tener el estreno esperado.
Tras la reciente reforma del entorno, se confiaba en que este espacio natural y renovado sirviera como nuevo punto de reunión para los vecinos, pero finalmente no registró apenas presencia. A pesar de su nueva imagen y su mayor accesibilidad, el histórico Prado de la Vega volvió a concentrar la actividad, confirmándose como el epicentro de la celebración en el municipio.
El Lunes de Aguas, una de las tradiciones más queridas de Salamanca y su alfoz, hunde sus raíces en la historia local: recuerda el regreso a la ciudad de las mujeres que eran alejadas durante la Cuaresma para preservar la “pureza” de los estudiantes. A su vuelta, la fiesta era tal que terminó convirtiéndose en una costumbre que a día de hoy sigue muy viva, y que en Carbajosa, pese a las circunstancias de este año, demostró su fuerza una vez más.