Recoletas Salud Carbajosa estuvo ayer cerca de lograr una victoria memorable contra el líder de la competición, Gijón. A pesar de enfrentarse a múltiples adversidades, Recoletas demostró su capacidad de lucha, aunque finalmente cedió con un marcador de 80-72.
El partido comenzó con Gijón tomando la iniciativa, poniendo presión desde el inicio con un juego rápido que puso a prueba la defensa de Recoletas. El equipo local no logró replicar su nivel defensivo de encuentros anteriores, ni tampoco su efectividad en el tiro, lo que facilitó a Gijón dominar el primer cuarto.
Sin embargo, Recoletas no se dejó amilanar y el segundo cuarto mostró una versión mejorada del equipo, con una defensa sólida y transiciones rápidas que les permitieron, por momentos, tomar la delantera en el marcador. A pesar de algunas imprecisiones, el equipo se mantuvo en juego, terminando la primera mitad con una ligera desventaja.
El tercer cuarto continuó con la tónica de competitividad, con Recoletas poniendo todo su esfuerzo en la cancha. La defensa se ajustó y el ataque fluía mejor, lo que les permitió mantenerse muy cerca en el marcador. Entrando al último periodo, el partido estaba al rojo vivo, con el marcador reflejando la intensidad del juego.
El último cuarto fue un despliegue de determinación por parte de Recoletas, que logró empatar el partido gracias a espectaculares jugadas de Ramírez y una defensa férrea de Sagna. Sin embargo, en los momentos cruciales, Recoletas se encontró con decisiones controvertidas que afectaron el ritmo del juego y finalmente inclinaron la balanza a favor de Gijón.
A pesar de la derrota, Recoletas Salud Carbajosa demostró que puede competir de tú a tú con los mejores de la liga, mostrando signos de un equipo que sigue mejorando y ajustando su juego. Los momentos de brillantez en el partido son prueba de su potencial, que buscarán seguir desarrollando en los próximos encuentros.