En un contexto donde la salud y el bienestar son más valorados que nunca, la evidencia científica respalda la urgente necesidad de aumentar las horas de Educación Física en la Educación Primaria y Secundaria, incluso su implantación en la Formación Profesional y en la etapa universitaria. Diversos estudios resaltan los numerosos beneficios que la actividad física aporta no solo al cuerpo, sino también a nivel mental y social, mejorando al propio individuo y con ello a la sociedad en su conjunto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños y adolescentes realicen al menos 60 minutos de actividad física diaria. Sin embargo, en el horario lectivo tan sólo se alcanza esta recomendación dos días a la semana (sin entrar a valorar el tiempo de compromiso motor real de las sesiones si restamos el tiempo a las explicaciones, desplazamientos, etc.).
Esto no sería un problema si el día a día fuera del horario lectivo fuese como era antes, dónde en el tiempo libre los niños y jóvenes pasaban horas y horas jugando en la calle. Sin embargo, la realidad actual de la mayoría de las familias y el ritmo de vida, no permiten disponer de ese tiempo para el ocio activo, o si se dispone no se emplea para tal fin. Es por ello que, el sistema educativo debería tener la responsabilidad de cubrir estas carencias para el bien de la sociedad a corto y largo plazo, siendo de VITAL importancia la reivindicación de más horas de Educación Física en las diferentes etapas educativas.
Todo esto es importante no sólo para tener una salud corporal óptima, sino que están más que demostrados los beneficios que tiene la actividad física a todos los niveles.
Beneficios para el cerebro
Numerosas investigaciones han mostrado que el ejercicio regular mejora la función cognitiva, la concentración y la memoria. Un artículo de Psychological Bulletin señala que el ejercicio aumenta la “neuroplasticidad”, lo que significa que el cerebro de los jóvenes se adapta más y aprende mejor. Aumentar las horas de Educación Física puede, por lo tanto, traducirse en un mejor rendimiento académico y una mayor capacidad de aprendizaje.
Impacto en la salud mental
El ejercicio es un potente aliado en la lucha contra problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión. La actividad física regular libera endorfinas, que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Un estudio del Journal of Clinical Psychology indica que los jóvenes físicamente activos tienen niveles significativamente más bajos de ansiedad y depresión en comparación con sus pares sedentarios. Incluir más horas de Educación Física en el currículo podría ser una estrategia efectiva para fomentar la salud mental en entornos educativos.
Aspectos sociales
La Educación Física fomenta habilidades sociales esenciales, como el trabajo en equipo, la empatía y la comunicación. Estas habilidades son fundamentales no solo para el desarrollo personal, sino también para la cohesión social. Un entorno escolar que promueve la actividad física contribuye a la creación de una comunidad más unida y colaborativa. Además, numerosos estudios publicados en diferentes revistas de divulgación científica sugieren que la participación en deportes y actividades grupales está asociada con una mayor autoestima y un mejor bienestar social.
Además de lo mencionado, existen un sinfín de aspectos más en los que la práctica de actividad física aporta beneficios, pero para profundizar en todos necesitaríamos algo más que un artículo, por lo que os emplazo a otra ocasión para seguir hablando del tema.
Conclusión: Una inversión presente para mejorar el futuro
Aumentar las horas de Educación Física en la Educación Primaria, Secundaria, así como incluirla en la Formación Profesional y Universitaria, no es solo una cuestión de mejorar la salud de los jóvenes, sino una inversión en el futuro de nuestra sociedad. Una nueva concepción enfocada hacia la actividad física en el sistema educativo puede transformar la vida de los estudiantes, construyendo con ello las bases de una mejor sociedad.
Pero, para ello, deben estar de acuerdo y trabajar en la misma dirección las diferentes instituciones que conforman el ámbito educativo nacional, por lo que me temo que de lo que hablo en estos párrafos es una utopía…
David González Mateos (Divi), natural de Carbajosa de la Sagrada.
Maestro de Educación Primaria con especialidades diversas, formado en la Universidad de Salamanca. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD) por la Universidad Pontificia de Salamanca cuenta con dos másteres: Profesorado de Educación Física por la Universidad Internacional de Valencia, y Dirección y Gestión Deportiva (MBA) por la Universidad Católica de Ávila.
Actualmente, ejerce como maestro de Educación Primaria y profesor asociado en el Grado de Educación Física en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).