El deterioro y la acumulación de desechos no solo afectan la estética de las calles, sino que también generan preocupaciones en cuanto a la higiene y la salud pública.
Los vecinos no se oponen a que se limpie, pero consideran que hay más horas en el día para hacerlo sobre todo los fines de semana. “A esa hora muchas veces ni siquiera se ha apagado el alumbrado público”, dicen.