Cultura
Carbajosa se rinde ante Miguel de Lucas: el mago que convierte cada función en un recuerdo
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Ni el calor ni el paso del tiempo desgastan la conexión entre Miguel de Lucas y el público de Carbajosa. Todo lo contrario.
La noche de este lunes, dentro del programa del Verano Cultural 2025, el mago e ilusionista volvió a conquistar al municipio con un espectáculo que dejó sin palabras a más de 600 personas que llenaron hasta el último rincón del recinto ferial.
Una hora y media de magia en estado puro, sin descanso, sin altibajos y con una complicidad que se notaba desde el primer minuto.
A las 22:00 horas, con la grada completa, comenzó un viaje entre lo visible y lo inexplicable. Miguel de Lucas, con su estilo cercano, rápido y brillante, fue hilando números de mentalismo, cartomagia, juegos visuales y momentos de humor que provocaron carcajadas y asombro a partes iguales.
Como es habitual en sus shows, varios vecinos participaron activamentea su lado, dando lugar a situaciones tan imposibles como divertidas.
El de esta noche no fue un espectáculo más. Fue una reafirmación. De Lucas ya no es solo un artista que pasa por Carbajosa: es una cita imprescindible, una figura esperada por familias enteras que acuden sabiendo que saldrán con la sonrisa puesta y la mente dando vueltas.
La fidelidad se ha forjado con los años, desde aquellas primeras actuaciones en la localidad hasta esta última, que volvió a confirmar por qué se ha ganado el corazón de grandes y pequeños.
Formado en la escuela de magia de Juan Tamariz, Miguel de Lucas es hoy uno de los ilusionistas más reconocidos del panorama nacional. Presentador del programa Un país mágico en TVE, combina los escenarios con los platós, y en ambos derrocha lo mismo: cercanía, ritmo y una manera de hacer magia que apela tanto al asombro como a la emoción.
En Carbajosa, ese estilo encaja como anillo al dedo. Porque lo suyo no es solo hacer trucos. Es narrar, conectar, envolver. Y esta noche, volvió a hacerlo. Volvió a recordarnos, sin alardes y con una naturalidad pasmosa, que la magia, cuando es de verdad, no necesita explicación. Solo ganas de dejarse llevar.
