Estimado acosador/a,

Hoy, en el Día Internacional contra el Acoso Escolar, quiero dirigirme directamente a ti. Quizás no te reconozcas como tal, quizás pienses que son sólo bromas, que todos se toman las cosas demasiado en serio. Pero la verdad es que tus actos tienen un peso, un impacto devastador que quizás desde tu perspectiva sea difícil de visualizar.

Tus palabras, tus acciones, el menosprecio con el que tratas a tus compañeros no son juegos inocentes; son actos que marcan, que dejan cicatrices. Pueden transformar la experiencia escolar de alguien en un infierno, hacer que el simple acto de ir a clase sea una fuente de ansiedad y miedo. Quizás no lo veas, pero tu comportamiento puede llevar a tus compañeros a sentirse solos, aislados, desesperados.

Hoy quiero pedirte que reflexiones. No desde el miedo a ser descubierto o las consecuencias que puedas enfrentar, sino desde un lugar más profundo, más humano. Piensa en las personas que has considerado tus objetivos. Son individuos, como tú, con sueños, miedos y esperanzas. No son sólo el blanco de tus comentarios o de tus bromas pesadas; son seres humanos completos, complejos y vulnerables.

Imagina por un momento cómo sería caminar por los pasillos sabiendo que cada esquina puede traer humillación, miedo o dolor. ¿Te gustaría vivir así? ¿Es justo que alguien lo viva sólo porque tú decides que debe ser así?

Esto no es únicamente una llamada a detener lo que estás haciendo, sino una invitación a cambiar, a crecer. Tienes la capacidad de ser alguien mejor, de contribuir a un ambiente donde todos se sientan seguros y valorados. Puedes ser parte de la solución.

Recuerda que tus acciones definen quién eres ante los demás, pero más importante aún, definen quién eres contigo mismo. ¿Quién quieres ser? ¿El motivo de las pesadillas de alguien o alguien que defiende lo correcto?

Es hora de tomar una decisión, de elegir ser mejor. No sólo porque hoy se celebre el Día Internacional contra el Acoso Escolar, sino porque cada día que eliges el respeto y la compasión sobre la crueldad, mejoras no solo la vida de los demás, sino también la tuya.