El artista urbano Daniel Martín presenta su segunda exposición individual: “Mutaciones”

“Mutaciones” está compuesta por 15 obras de gran formato entre las que se encuentra una instalación. Con esta exposición de autor, Daniel Martín muestra sus obras más personales realizadas durante este último año en su estudio de Carbajosa. Todo ello es parte de una carrera que ha ido desarrollando de forma paralela a su trabajo como muralista.

A lo largo de la exposición, los visitantes además podrán encontrar una obra tridimensional, esta instalación ha consistido en un pequeño reto para el artista en el que ha podido dar un paso más en la pintura y que busca provocar diferentes estimulaciones sensoriales más allá a las que estamos acostumbrados cuando acudimos a un espacio como este.

“El hilo conductor de la obra reciente de Daniel Martin es la forma en constante mutación, que pretende derogar discursos establecidos sobre qué es lo propiamente abstracto o cómo debe ser aceptado el grafiti, pero sobre todo evidencia la existencia de un creador que se rehúsa a encasillarse en un solo formato porque entiende mutación y evolución artística como sinónimos. El artista encuentra en la pintura un lenguaje para la experimentación, pero también para el exorcismo y la liberación personal.”  Maeva Peraza, Comisaria de la Exposición.

Martín trabaja en una constante experimentación de su arte a través de diferentes soportes y adentrándose en el terreno de lo abstracto con un acercamiento a lo cotidiano, además de hacer referencia al arte urbano en cada uno de sus trazos

Daniel Martín, vecino de la localidad y conocido por sus numerosos murales en las paredes de muchos de los pueblos de la provincia, fue el encargado del mural sobre la igualdad de la zona de recreo ubicada en la Vía Verde de Carbajosa. Comenzó a desarrollar su faceta artística desde temprana edad. Complementando su formación académica en los talleres de diferentes artistas locales como Shin Maruyuma, adquiriendo conocimientos en técnicas orientales, paisajes y acuarelas; además de aprendiz en el taller de los escultores Antonino Morán y Benardí Roig. 

Por otra parte, la cercanía de su residencia al Parque Wuzburg, antiguo y pionero museo de grafiti en Salamanca, hizo que se interesase por la cultura urbana y los murales gracias a los artistas locales y a las visitas de otros creadores referentes a nivel nacional.