Guiados por Sonia Prado, monitora de la Escuela de Animación Santiago I, una docena de jóvenes del municipio han disfrutado de un taller en el que brazos y caras se han ganado todo el protagonismo.
Esta, es una de las primeras formas de expresión artística que existen. Ya en la Prehistoria, los hombres descubrieron que existían elementos en la naturaleza (tierra, carbón, tiza, sangre, etc.) cuyo color podían aplicar al cuerpo con distintos fines, como pinturas de guerra, impresionar al enemigo, en ceremonias, para reconocer a los miembros de su tribu, o como símbolo de protección.
Así, los chicos y chicas del programa municipal Cibercarba han podido conocer los métodos y materiales utilizados para esta disciplina poniéndolo en práctica a través de técnicas de agua color, efectos degradados, delineados, la clásica pintura de luz negra o el dibujo a base de plantillas.
Una alternativa de ocio saludable en la que, una semana más, no han faltado a su cita en la Casa de las Asociaciones.
El próximo viernes 25 de febrero se celebrará un taller de circo, donde los más jóvenes podrán aprender malabares, equilibrios y acrobacias.
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